Treinta años de la WWW

Llegamos unos días tarde, pero nunca lo es si son treinta velas las que sopla el medio de comunicación (y un millón de cosas más) que revolucionó el mundo: la World Wide Web. Es decir, treinta años de la parte más popular y reconocible de Internet, dos conceptos que mucha

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Llegamos unos días tarde, pero nunca lo es si son treinta velas las que sopla el medio de comunicación (y un millón de cosas más) que revolucionó el mundo: la World Wide Web.

Es decir, treinta años de la parte más popular y reconocible de Internet, dos conceptos que mucha gente identifica, sin tener en cuenta el protocolo TCP/IP, el correo electrónico, la mensajería IRC o la transmisión de archivos mediante FTP y P2P. Pero la equiparación página web = Internet, aunque errónea, demuestra claramente la importancia de la World Wide Web.

Fue el treinta de abril de 1993 cuando el programador inglés Tim Berners-Lee, junto con el ingeniero belga Robert Cailliau, trabajadores en el CERN de Ginebra, Suiza, presentaron de manera pública aquel proyecto que llevaba cuatro años en desarrollo (en un ordenador Next de Steve Jobs, por cierto).

El propio Berners-Lee diseñó la primera página web, que aún sigue accesible, ostentando su récord: http://info.cern.ch/hypertext/WWW/TheProject.html. Conmueve visitarla y encontrar en ella el corazón de la WWW: texto plano, negro sobre blanco, y unos cuantos enlaces. Parece poca cosa y, sin embargo, cuánto potencial encerraba.

A partir de entonces, nada volvió a ser igual. El mundo se tejió con una extensísima red, profetizada en épocas pretéritas por luminarias como Julio Verne, Arthur C. Clarke o Isaac Asimov.

Lo demás ya lo sabes: la llegada del HTML y el CSS, el uso de Javascript y los diferentes estándares que se han ido implantando y manejando hasta el día de hoy. Berners-Lee sigue en la brecha, por cierto, como director del World Wide Web Consortium, es decir, del W3C, desde donde se recomiendan y clasifican los estándares actuales y futuros de la Red.

Quién sabe cuántas cosas habrán cambiado dentro de otros treinta años. Solo esperamos poder estar aquí para hablar de ellas, como siempre, con su texto, sus imágenes y sus enlaces. Y un WWW en la dirección URL.