Las primeras estaciones de recarga de los coches Tesla están previstas para estas Navidades. Es el inicio del desembarco de esta marca de automóviles eléctricos en nuestro país.
A lo largo de 2015, aparecerán más estaciones, en una red prevista de tal modo que nunca haya más de quinientos kilómetros entre un punto y otro. De esta manera se resuelve el problema, tan cacareado –y lamentado-, de la autonomía de estos modelos. Por otro lado, el modelo S, el más implantado y del que hablaremos en general durante el artículo, viene con baterías intercambiables que estarían disponibles en estaciones de servicio. También afirman estar preparando baterías de mayor duración para desplazamientos largos. Se han adelantado ya cifras de unos 800 km sin recarga para el futuro cercano.
El fabricante norteamericano trabaja con modelos de alta gama y diseño atractivo. Era de esperar que el precio no fuera para todos los bolsillos: unos 66.000 € para el Tesla S en su formato más básico –que ya es bastante potente, unos 306 CV-. El modelo S con todos los extras, que rendiría unos 421 CV, sube hasta los 120.000 €.
Un montón de dinero para el usuario medio, está claro. En el blog Motor Pasión comentan, en todo caso, que el ahorro de gasolina es bastante significativo. Compararon el modelo S con otro coche tradicional de características semejantes, hicieron cálculos y voilá: resulta que, según sus resultados, el Tesla ahorra al conductor unos 25.000 euros en combustible por 200.000 km recorridos.
Pero aunque el precio, por mucha comparación que hagamos, sigue pareciendo elevado y le reste penetración en el público, hay que reconocer a Tesla el impulso que ha dado al sector del coche eléctrico. Su diseño, tan elegante y ese curioso carisma que le rodea los convierte en el equivalente en el mundo del motor a los productos informáticos de Apple. Una buena manera de ganarse el interés de la gente.
Y si hablamos de eficiencia energética y tecnología inteligente, que es lo que nos interesa en este blog respecto a coches, el Tesla también sale ganando. Como era de esperar, el S emite menos de la mitad de CO2 que sus compañeros de gama con motores de combustión. Además, consume 4,5 veces menos de energía que los de gasolina. En concreto, unos 20,4 kWh/100 km frente a los 92,1 kWh/100 km del competidor.
Los Tesla son ya los coches más vendidos en Noruega, y funcionan muy bien en su país de origen. En Holanda, un país de tradición ecológica, se han incorporado a la flota de taxis. Ford ya los toma com modelo para desarrollar sus propios coches eléctricos y Mercedes les ha encargado la tecnología de los suyos (aunque mantengan la noticia con cierta discreción).
Veremos cómo les va en una Europa del sur machacada por la crisis y en la que también se plantean apasionantes alternativas de consumo colaborativo de las que ya hemos hablando por aquí.