Hasta hace poco tiempo la palabra Blog (Web Log) no era muy conocida por el usuario medio de Internet, a pesar de que sus orígenes datan de mediados de los años 90. Fue a partir del año 2002 y como consecuencia de la guerra de Irak que estos ?Bitácoras Web? cobraron relevancia dentro del mundo digital como canal para difundir opiniones libremente, de tal forma que hoy en día son punto de referencia del que se nutren muchos medios de comunicación.
El fenómeno Blog se ha extendido rápidamente ya que proporciona al individuo una herramienta para difundir sus ideas y compartirlas con una pequeña comunidad que a su vez nutre estos sitios con sus comentarios. Por otro lado, existen multitud de sitios que ofrecen espacios gratuitos para crear un blog y luego personalizarlo al gusto de cada uno, hecho que favorece su proliferación.
Otro fenómeno que se ha producido paralelamente en la Red, ha sido la necesidad de crear sitios Web fáciles de usar, accesibles para todo el mundo e indexables por los buscadores. Aparecer en Google se ha convertido en una prioridad para la mayoría de la gente que posee un sitio Web, ya que muchos son de la opinión de que si no pueden encontrarte, no existes. Y para ayudar a conseguirlo han aparecido nuevos profesionales de la usabilidad (término novedoso que ni siquiera está incluido en la RAE), que nos han recordado algo que los diseñadores sabíamos hace mucho tiempo pero que no habíamos puesto en práctica hasta ahora en Web, quizá porque tampoco nos habían dejado, y es a diseñar y maquetar pensando en el usuario y en la funcionalidad. Dedicar tiempo a hacer análisis previos, tests de usuario, llamar a las cosas por su nombre y situarlas en el sitio adecuado. ¿No es eso en definitiva en lo que consiste el diseño?
Hasta ahí todo va bien. El problema, como siempre, es cuando las cosas dejan de hacerse para solucionar un problema y terminan haciéndose porque son una moda. El fenómeno blog unido a las limitaciones que por desconocimiento tiene todavía la maquetación actual por CSS, ha llenado la Red de páginas basadas en una estética muy similar. Asistimos estupefactos como la estética flash va dejando paso a la estética blog, y cada vez son más los sitios Web que se suben al carro sin saber muy bien por qué.
¿Dónde ha quedado el análisis previo? ¿la funcionalidad? ¿No es cada proyecto diferente y como tal debería abordarse? ¿No somos capaces de diseñar, de hacer sitios accesibles, usables, indexables pero a la vez únicos y diferentes? O es que realmente lo que ocurre es que no sabemos diseñar, sino simplemente, y como ha ocurrido siempre, unirnos al rebaño que va siguiendo las últimas tendencias.