Iron Sky o cómo se puede hacer cine gracias a internet

En 1945, los nazis fueron a la Luna - y en el año 2018 han decidido volver. Esta es la premisa de la oscura comedia de ciencia ficción Iron Sky estrenada oficialmente este 4 de abril, un proyecto de los creadores de Star Wreck que hasta

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En 1945, los nazis fueron a la Luna - y en el año 2018 han decidido volver. Esta es la premisa de la oscura comedia de ciencia ficción Iron Sky estrenada oficialmente este 4 de abril, un proyecto de los creadores de Star Wreck que hasta la fecha ha llegado a más de ocho millones de espectadores en todo el mundo. Star Wreck fue un precursor en la utilización de Internet para la publicidad y distribución, y Iron Sky se ha basado en una formula similar, amplificada por sus creadores de forma que una parte del presupuesto de siete millones y medio de euros ha sido pagado por los propios usuarios, obteniendo 686.270 euros en una campaña de crowfunding.

Iron Sky se sitúa en la vanguardia de una nueva ola de películas independientes, donde los realizadores están en contacto directo con el público, incluso antes de la película usando el poder del Social Media y la creación de comunidades tanto en la creación de la película como durante su distribución, apoyándose firmemente en los usuarios como medio no solo de obtención de financiación, sino también de recursos, trabajo, conocimientos y la repercusión mediática a través de métodos no tradicionales.Los creadores de Star Wreck e Iron Sky fundaron la aclamada plataforma comunitaria Wreckamovie dedicada a levantar proyectos de cine en 2007, algo que los grandes estudios sólo ahora están comenzando lentamente a explorar. Apoyándose en esta plataforma, un creador puede intentar llevar adelante el proyecto de una película no sólo obteniendo financiación, sino también el trabajo desinteresado de usuarios que pueden llegar a pensar que ese proyecto tiene "algo que decir" fuera de los circuitos tradicionales. El modelo de negocio, mixto entre recaudación de fondos y trabajo comunitario ha sido una de las bases de la creación de las dos películas y muchos usuarios han colaborado en ambos proyectos con un alto nivel de compromiso e ilusión.

Pero ese nivel de compromiso alcanzado no sale de una espiral de humo: hay un importante equipo de trabajo detrás que sabe transmitir algo que los grandes estudios no han hecho a lo largo de estos años: el "absolutismo cinematográfico": todo para el espectador, pero sin el espectador. En Star Wreck e Iron Sky se destila finamente la colaboración de mucha gente y sobre todo, a través de la web y de las diferentes iniciativas, se muestra que hay un genuino interés en abrir líneas de comunicación que en el actual modelo de negocio cinematográfico simplemente no existen: el usuario no puede colaborar, el espectador no puede opinar y el estudio cinematográfico está mas preocupado en las cifras de márketing y en el dinero recaudado que en ofrecer un gran espectáculo.

El modelo de negocio de Iron Sky, en el que todo está a la venta (si lo quieres comprar) choca frontalmente con los modelos tradicionales sobre todo porque transmite a través de redes sociales e internet algo de lo que carecen los estudios cinematográficos: la capacidad de generar ilusión y de usar correctamente las herramientas digitales más allá de las propias webs de las películas e iniciativas tradicionales en redes sociales que satisfacen poco o nada al espectador.

Iron Sky se ha estrenado esta Semana Santa en diferentes países europeos pero tardará en verse en España, donde todavía se está negociando su distribución. No hay de momento posibilidad de ver la película a través de ningún servicio de descarga legal, pero la repercusión del estreno ha sido importante en redes sociales: #ironsky, el tag en Twitter, ha mostrado muchos tweets de gente que comentaba la película y sobre todo, de gente interesada en verla a veces "a toda costa".