Internet en las zonas rurales de España

Cortes de acceso, mala o nula cobertura, posibilidades casi inexistentes de conexiones 3G, infraestructuras de redes de cobre obsoletas… Según un estudio de El Mundo, casi tres mil municipios de los ocho mil españoles funcionan con redes de menos de diez megas de descarga. Más de medio millón de familias

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Internet en las zonas rurales de España

Cortes de acceso, mala o nula cobertura, posibilidades casi inexistentes de conexiones 3G, infraestructuras de redes de cobre obsoletas… Según un estudio de El Mundo, casi tres mil municipios de los ocho mil españoles funcionan con redes de menos de diez megas de descarga. Más de medio millón de familias usan Internet a menos de dos megas por segundo, casi siempre en zonas rurales.

La incidencia de esta cuestión es grave: afecta a la administración, a autónomos, a empresas privadas y particulares. Influye en la capacidad del público de acceder a ofertas de trabajo, cursos de formación, medios de comunicación y fuentes de ocio. No es de extrañar que muchos de los ciudadanos de estas localidades se sientan marginados.

De esta manera viven muchas personas, algunas de las cuales se escapan de las grandes metrópolis en busca de calidad de vida, pero que encuentran complicaciones para conectarse al resto del mundo. Este movimiento llamado neorruralismo permitiría poblar zonas desiertas como Huesca, como ha hecho una pareja de autónomos que cuenta en este blog cómo restauraron una casa en el pueblo de Lanaja, situado en los Monegros.

Aragón es la comunidad más despoblada de España, no obstante, la castigada con el peor servicio de Internet es Galicia: sus cuatro comunidades son las primeras en el ranking de lentitud de conexión (menos de diez megas de velocidad), según un estudio de Cinco Días.

El problema es que las compañías no ven negocio en estas zonas, por lo que no hacen nada por mejorar la situación. Simplemente no es rentable. El gobierno procura incentivar a las empresas que inviertan en zonas rurales, pero los costes de su instalación siguen sin compensar.

Así que, ¿cómo se conecta la gente desde los pueblos?

ADSL indirecto o rural

La ley estipula que Movistar debe prestar su servicio a toda la ciudadanía a un precio aceptable. El texto de la ley menciona un acceso de banda ancha de un mega, que en el mejor de los casos puede subir hasta tres. También se puede contratar con otro operador, que utilice la red de ADSL de Movistar.

3G

Algunas compañías están ofreciendo módems que llevan Internet mediante WiFi y alcanzan, teóricamente, hasta 150 megas. ¿El inconveniente? La cobertura y el límite de datos.

Satélite

Esta es la única opción que garantiza una cobertura en la totalidad del territorio. Una antena parabólica permite una conexión de veinte megas, eso sí, instalarla cuesta dinero, e implica una limitación en los datos.

Redes WiMAX

Este tipo de redes se crearon con el fin de conectar puntos lejanos, de hasta treinta kilómetros, sin necesidad de cableado. La contrapartida: que los elementos que bloqueen el camino inhabilitan la transmisión de datos. Existen unas cuantas operadoras que ofrecen esta posibilidad a buen precio.

WiFi rural y Redes colaborativas

Una buena manera de conseguir una conexión fiable es instalar una solución de WiFi rural mediante una antena en tu casa que se comunique con la del operador. Estas redes se transmiten en ondas distintas a las del WiFi clásico y son bastante potentes. Lógicamente, todo depende de la cobertura que ofrezcan los operadores.

Como última medida, siempre cabe la opción de costear la instalación de la red y que la compañía que da el servicio utiliza, pagando un canon por ello. La mejor muestra es el proyecto Guifi.net, una idea de red de telecomunicaciones de uso libre que ha logrado gran reconocimiento en el sector.

Por supuesto, la calidad de cada una de estas opciones varía según las características concretas de cada zona.

Estas son las soluciones a día de hoy. Pero no está dicha la última palabra. A futuros, existe el plan de dar cobertura a las zonas rurales mediante las bandas UHF que están abandonadas. Son las bandas blancas, frecuencias de 600 megaherzios. Este es el plan que tiene Microsoft. Por desgracia, no existe ninguna iniciativa legal europea dispuesta, por el momento, a posibilitar este cambio al menos hasta 2030, fecha en que la conexión 5G recurrirá a la frecuencia de 700 megaherzios. La misión de la UE de que todos los europeos naveguemos a treinta megas de aquí a tres años y que la mitad de la población trabaje a más de cien megas parece tristemente lejana para muchos pueblos españoles.