Coworking, una fórmula que funciona en España

El coworking es una tendencia que se inició en Toronto (Canadá) hace ocho años debido a que su Ayuntamiento se percató de que debido a la crisis había mucho espacio municipal vacío que se decidió ceder a personas con capacidad de trabajar pero sin oportunidades. El concepto de coworking consiste

Artículos recientes

El coworking es una tendencia que se inició en Toronto (Canadá) hace ocho años debido a que su Ayuntamiento se percató de que debido a la crisis había mucho espacio municipal vacío que se decidió ceder a personas con capacidad de trabajar pero sin oportunidades.

El concepto de coworking consiste en ofrecer un espacio compartido de trabajo para profesionales que no quieren o no pueden costear un local para ellos solos.

La iniciativa enseguida traspasó fronteras y llegó a Estados Unidos, donde tuvo una acogida muy buena. Poco después la idea llegó a España, país en el que también ha tenido mucho éxito y que poco a poco se está instalando en muchas ciudades aparte de Madrid y Barcelona, tales como Bilbao o Valladolid. Tanto Barcelona como Madrid cuentan ya con multitud de espacios de este tipo gracias a su status de grandes urbes.

Otra forma de ver el trabajo

Los espacios de coworking no se rigen por los mismos principios de negocio que otras compañías porque la mayoría de ellas no oculta sus precios ni ata a sus miembros a largos contratos. La atmósfera colaborativa, muy valorada en este tipo de espacios, se basa en la confianza entre sus miembros y también porqué no decirlo en no tratar de arañar todos los beneficios posibles.

Principales características de esta tendencia

En un espacio de coworking se comparte el espacio y así se ahorran gastos, cada asociado paga una cuota por usar tanto el espacio como los servicios que se ofrecen y de este modo se comparte un espacio con otras personas que trabajan en otros sectores y a los que les interesa tanto como a ti beneficiarse de estas ventajas.

Lo normal es que los ordenadores no se compartan, es decir, cada uno lleva el material que necesita para trabajar en su proyecto aunque la comida sí que se suele hacer en común, algo que además ayuda mucho a socializar con el resto de compañeros. Se trata de un gran método por ejemplo para conocer a freelances de otra profesión ya que en muchas ocasiones pueden llegar a surgir colaboraciones mutuas o a participar en un mismo proyecto realizando servicios complementarios.

El precio del alquiler de una plaza en estos espacios depende mucho de la ciudad pero en general ronda entre los 100 y los 400 euros al mes. A pesar de que suele tratarse de oficinas también es posible crear espacios de coworking en talleres o almacenes.