Community manager, ¿una moda pasajera?

La semana pasada aparecía en El País el artículo Sí hay burbuja, se llama Community Manager. El reportaje refleja muy bien la actual confusión que existe en nuestro país en torno a este nuevo rol profesional: «Es el puesto de moda en España pero nadie sabe por qué. Unos cobran

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La semana pasada aparecía en El País el artículo Sí hay burbuja, se llama Community Manager. El reportaje refleja muy bien la actual confusión que existe en nuestro país en torno a este nuevo rol profesional:

«Es el puesto de moda en España pero nadie sabe por qué. Unos cobran 18.000 euros al año, otros más de 45.000. Unos diseñan complejas estrategias de comunicación online, otros escriben mensajitos en Twitter. Algunos cuentan con MBA y 10 años de experiencia, otros con un curso por horas. No hay dos iguales y sin embargo todos se llaman community manager
Los autores del artículo subrayan la rápida expansión del término en ofertas de trabajo, asociaciones, agencias especializadas, etc. y advierten del peligro de que se esté convirtiendo en una nueva burbuja, ya que muchos están aprovechándose de esta popularidad. En esa línea, denuncian casos abusivos como por ejemplo la proliferación de cursos de especialización y master a precios de lujo.

Por otro lado, el artículo también se hace eco del extremo opuesto: empresas que dan por hecho que la gestión en redes sociales no requiere cualificación alguna y la delegan en puestos mal pagados o con poca trascendencia en el tejido de la organización, como por ejemplo becarios.

Ambas situaciones tienen su raíz en un mismo hecho: hay un desconocimiento general de las funciones del community manager. Una buena manera de aclararlo es recurrir a la definición que da AERCO, la Asociación Española de Responsables de Comunidad:

«Un Community Manager es aquella persona encargada/responsable de sostener, acrecentar y, en cierta forma, defender las relaciones de la empresa con sus clientes en el ámbito digital, gracias al conocimiento de las necesidades y los planteamientos estratégicos de la organización y los intereses de los clientes. Conoce los objetivos y actúa en consecuencia para conseguirlos»

Así pues, estamos ante un puesto que se ocupa, sencillamente, de la presencia en redes sociales de las empresas. Está a medio caballo entre la comunicación y el marketing, y tiene un indudable componente estratégico porque requiere que las acciones a desempeñar estén alineadas con los objetivos de la empresa.
No es magia, es pura comunicación y marketing aplicado a unas herramientas muy específicas. Por otro lado, tiene un peso decisivo en la imagen de la empresa de cara al exterior, una responsabilidad que no podemos encomendar a cualquiera.

Así pues, estamos ante un puesto que se ocupa, sencillamente, de la presencia en redes sociales de las empresas. Está a medio caballo entre la comunicación y el marketing, y tiene un indudable componente estratégico porque requiere que las acciones a desempeñar estén alineadas con los objetivos de la empresa. Y por supuesto, debe conocer a fondo las herramientas que utiliza en su trabajo diario.

No es magia, es pura comunicación y marketing aplicado a unas herramientas muy específicas. Por otro lado, tiene un peso decisivo en la imagen de la empresa de cara al exterior, una responsabilidad que no podemos encomendar a cualquiera.

El término puede ser pasajero, las funciones no

Es posible que el término community manager sea una moda pasajera: solo el tiempo dirá si termina desapareciendo como categoría profesional o es absorbido por otros perfiles. Incluso, es posible que ese grado de especialización tenga sentido únicamente en grandes organizaciones, y en otras más pequeñas sean los departamentos de marketing o de comunicación quienes asuman esas labores.

Lo que es seguro es que alguien tendrá que asumirlas, porque las redes sociales no son una moda, son una realidad. A pesar de que muchos "burbujologistas" se empeñen en lo contrario, hace dos años los datos ya daban a entender que se avecinaba una revolución y hoy se está confirmando.

Las redes sociales han arraigado en la vida digital de los usuarios como canal de comunicación interpersonal, de acceso a contenidos, de compra.  Las empresas no pueden permanecer ajenas a esto, igual que no podrían dejar de atender a sus clientes por teléfono o dejar de anunciarse en televisión.

Y sin duda lo harán mucho mejor si cuentan con gente preparada capaz de planificar y gestionar campañas online, analizar resultados y representar adecuadamente a la empresa en cada mensaje. Da igual el precio del curso que haya formado a esos profesionales o cómo se hagan llamar.

Autora | Laura Blanco