Caso práctico: el logo de dynadocx

Si bien en algunos casos, como el reciente logo de phpdocx 11, un diseño sale a la primera, en otros se requiere darle más de una vuelta. Con más razón en el caso de un logo, pues no se trata de un diseño temporal, sino que se pretende que este

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Si bien en algunos casos, como el reciente logo de phpdocx 11, un diseño sale a la primera, en otros se requiere darle más de una vuelta.

Con más razón en el caso de un logo, pues no se trata de un diseño temporal, sino que se pretende que este dure (idealmente) lo que dura el producto. Cuanto más tiempo, mejor.

El logo de dynadocx constituyó un reto especial. No había un referente concreto para el producto, como sí lo tenía phpdocx con el logo que se asocia a PHP o Javadocx con la taza de café de Java. En este caso el único objetivo era asociar el programa a la creación de documentos.

Con eso en mente, probamos hasta una veintena de versiones, jugando con la letra d mayúscula, la d minúscula, retorciendo su trazo, convirtiéndola en flecha, en documento, en lápiz, en brocha, en el símbolo de la tecla Enter…

El logo aprobado consiguió, al fin, objetivar lo que deseábamos, e incluso algo más.

Quizá lo que más llama la atención de él sean esas dos Des opuestas, una por “dyna”, otra por “docx”. Pero también pueden leerse como la apertura y cierre de una etiqueta de HTML. En realidad, los signos “mayor que” y “menor que” tienen una larga relación con la programación y el software. Más aún, también los dos signos admiten la interpretación de dos flechas que representan un espíritu dinámico, transformador.

Y aún queda una cuarta lectura, la de ese cuadrado que se ve en el espacio en negativo de la imagen, es decir, el hueco central que dejan las dos figuras. Ese cuadrado que representa el documento que el usuario puede crear. Que era el objetivo deseado, a fin de cuentas.

Un montón de interpretaciones para un logo muy simple, reconocible y escalable. Que son algunas de las claves, a nuestro juicio, para un buen logo.

¡Hasta el próximo caso práctico!