Aplicaciones para móviles: cuando dar un paso atrás es necesario

Diferentes empresas que han desplegado una estrategia de aplicaciones móviles se han encontrado con los problemas crónicos de mantener la misma aplicación para diferentes plataformas (RIM, Apple, Android y ahora Windows Phone) para tratar de cubrir completamente un mercado que cada vez se expande

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Diferentes empresas que han desplegado una estrategia de aplicaciones móviles se han encontrado con los problemas crónicos de mantener la misma aplicación para diferentes plataformas (RIM, Apple, Android y ahora Windows Phone) para tratar de cubrir completamente un mercado que cada vez se expande más con las tablets y que hace crecer los departamentos de desarrollo móvil por encima de las expectativas de negocio reales.

El empuje de estas plataformas es tan poderoso que en un momento parece que ya no hay vuelta atrás ya que es complejo determinar el punto en el que hay que parar y buscar alternativas, incluyendo el dar un paso atrás. Mientras en general la cresta de la ola se suele identificar a través de la gestión de beneficios del esfuerzo, en ocasiones hay que partir de otra base, principalmente la cantidad de interactividad del usuario con los desarrollos móviles. Cuando menos y más sencilla es esa interactividad, más hay que acercarse a soluciones menos complejas, abandonando las aplicaciones para volver a las "viejas y confiables" aplicaciones desarrolladas sobre el navegador.

Este retorno se está produciendo, especialmente, en entornos de consumo de contenidos. Hasta ahora los grandes conglomerados de generación de contenidos han estado creando aplicaciones nativas para cada una de las plataformas. La estrategia, basada en las aparentes necesidades de los usuarios, se ha mostrado como excesivamente cara de mantener debido a la cada vez mayor fragmentación general y en algunos casos, como Android, la fragmentación de la plataforma. La solución natural para muchos de ellos ha sido parar, dar un paso atrás e investigar sobre la interacción del usuario con su actual plataforma para tratar de abaratar costes creando una única aplicación que se gestiona a través de los navegadores y no vía una aplicación.

Las aplicaciones, además, tienen el problema añadido que las limitaciones que los propios markets añaden para ser incluidas dentro de estas tiendas. Por diferentes motivos, desde económicos a seguridad, las barreras que impiden el desarrollo de modelos de negocio alternativos están obligando, junto a las necesidades propias de abaratar costes, la vuelta a las aplicaciones web frente a las aplicaciones nativas, especialmente cuando la interacción del usuario es limitada.