Pocos periféricos nos están dando últimamente más alegrías que el Stream Deck, y quién lo iba a decir, dado lo sencillo de su planteamiento. El Stream Deck es una botonera externa, que añade una serie de botones (de media, entre 6 y 32) LCD que permiten configurar atajos de teclado adicionales a los del teclado que viene de serie con el ordenador o portátil.
Parece que hablamos de un producto trivial, sin embargo sorprende lo útil y flexible que resulta. Su instalación y uso son de una extrema facilidad, y lo estamos aplicando tanto para el trabajo como para funciones de la vida diaria, el ocio y demás. Los propios programas lo admiten, sin exigir compatibilidades expresas. Hasta los niños lo manejan con soltura.
Rebuscando un poco hemos encontrado empresas que venden paquetes externos de atajos, con sus imágenes e iconos incluidos, un nicho de mercado que no sabemos cuánta gente se habría planteado. Hasta existen foros de usuarios que comparten sus experiencias. Un verdadero fenómeno tecnológico, muy útil para los creadores de contenido que trabajan en directo, como los YouTubers y demás presentadores en streaming.
Lo malo (en efecto, siempre hay algo malo) es su precio, que no es para todos los bolsillos.