Hologramas por todas partes

“Ayúdame, Obi Wan Kenobi, eres mi única esperanza”. Todo fan de la ciencia ficción sueña con tener un día un proyector de hologramas, y seguro que la mayoría diremos esa frase para probarlo la primera vez. Los hologramas están cada vez más cerca del uso cotidiano. Quién sabe si dentro

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“Ayúdame, Obi Wan Kenobi, eres mi única esperanza”. Todo fan de la ciencia ficción sueña con tener un día un proyector de hologramas, y seguro que la mayoría diremos esa frase para probarlo la primera vez. Los hologramas están cada vez más cerca del uso cotidiano. Quién sabe si dentro de poco conviviremos con ellos a diario.

La holografía es una técnica fotográfica basada en la impresión de un rayo láser sobre una película fotosensible. La imagen se genera por una interferencia entre dos luces: la de un haz emisor y la que refleja el objeto sobre el cual se proyecta la imagen. Los rayos de luz mezclados se dirigen hacia una película en la que se graba el diagrama de interferencia de los mismos. Esa señal se revela y se emite como imagen en 3D, cuya impresión de realismo depende del punto de vista de la persona que la contempla. Según lo refinado del proceso, la imagen puede parecer que sale de sus límites.

El proceso de la holografía es muy complejo y requiere grandes cantidades de información. Esto tiene la ventaja de que sirve para combatir el fraude, razón por la que se utilizan en los billetes. La contrapartida es que su previsión de uso doméstico aún es limitada.

Retrocedamos unos meses. Fueron Macron y Le Pen quienes se batieron en la segunda vuelta de las últimas elecciones generales francesas, pero en cuanto a tecnología Mélenchon dio la campanada con sus mítines simultáneos. Lo hizo como holograma, y aunque las urnas no le apoyaran lo bastante como para llegar al final de la carrera, estas intervenciones han quedado como un hito de la comunicación política.

Para cuando los partidos decidieron fijarse en este elemento como herramienta de comunicación, los artistas hacía tiempo que recurrían a ella de manera habitual...

Pero cuidado, aunque se ha recreado virtualmente a artistas como Michael Jackson o Tupac Shakur, no se considera a estas recreaciones como verdaderos hologramas. No sabemos lo que dirán los expertos de Ronnie James Dio, legendario cantante de Black Sabbath fallecido en 2010, cuando este vuelva a la vida en forma holográfica para una gira este año. De hecho, la estrella del heavy ya ha “cantado” recientemente en los Rock Pollstar Awards.

Las grandes estrellas no son las únicas que han entrado en este mundo. Jarem Archer, un desarrollador y diseñador de UX, ha convertido al asesor de voz de Microsoft en un holograma. El resultado es tan impactante que dan ganas de escribirle para que nos haga uno para la oficina.

De todas maneras, si un día buscas en Google y encuentras textos que tratan de explicar el universo como un gran holograma, no te asustes. No es una boutade científica ni un cuñadismo inventado por un pseudocientífico. El Principio Holográfico, que así se llama esta teoría nacida en los años 90, se refiere a los hologramas como ejemplo para explicar que los elementos tridimensionales del cosmos pueden representarse como una información codificada en su frontera, la cual es finita.

Es decir, que todos los elementos del universo pueden plasmarse mediante coordenadas como si lo hiciéramos sobre un mapa de dos dimensiones. Esta idea serviría para armonizar la física tradicional y la teoría de la relatividad general de Einstein.

Esta hipótesis todavía está dando sus primeros pasos, pero ya se han confirmado algunos de sus puntos. Todavía tiene mucho que recorrer, pero aunque a Philip K. Dick le encantaría la idea, no tiene nada que ver con que nuestro universo sea una simulación holográfica.

Terminado este inciso, volvamos a los hologramas de verdad.

Porque sí es cierto que la tecnología de red 5G permitirá pronto utilizar hologramas en tiempo real en vez de mensajes. En todo caso, que esto se popularice ya es otra cuestión. Un mensaje de voz puede grabarse en cualquier momento y lugar, es fácil, solo requiere una mano (de hecho, replica lo que es una llamada telefónica al uso). En cambio, grabar un holograma precisa unas condiciones especiales, y que tengas el tiempo y el interés para grabarte de cuerpo entero. La lógica del uso diario determinará el alcance práctico de la tecnología.

Los responsables de esta innovación han sido la empresa de telecomunicaciones Verizon y Korea Telecom. Les ha llevado dos años de desarrollo, lo cual dice mucho de la visión de futuro que ambas tenían. Por cierto que esta es solo una de las propuestas de la compañía coreana. También están trabajando en posibilidades como la grabación de vídeo en trescientos sesenta grados. Con las primeras experiencias de módems compatibles y capaces de llegar a una velocidad de transferencia de 5G, se estima que antes de terminar la década el mercado podría estar lo bastante maduro para la implantación de estas tecnologías.

Y para los que no pueden esperar, que sepan que ya hay prototipos comerciales de proyección holográfica en marcha, como el Heliodisplay de IO2 Technology, el Interactive 360º Light Field Display de Sony, los Mark II y III del MIT o el Cheoptics 360 de viZoo y Ramboll.