Google presentó ayer su propio navegador de código abierto: Chrome. Un navegador de diseño minimalista que nace con el ambicioso objetivo de ser algo más: una plataforma especialmente preparada para ejecutar aplicaciones web.
Pestañas dinámicas."Las pestañas de Google Chrome son independientes, de forma que si se produce un error en una de ellas, el resto no se ven afectadas. La rapidez y el tiempo de respuesta también se han mejorado por completo. Además, hemos creado V8, un motor JavaScript más potente que abre la puerta a una generación de aplicaciones web que se beneficiarán de este nuevo concepto de navegador.", según explican en la página oficial del navegador.
Un cuadro para todo. La interfaz apuesta por lo sencillo, integrando varias funcionalidades en la barra de direcciones, que en Chrome sirve también para administrar los favoritos, consultar el historial y, por supuesto, hacer búsquedas en Google.
Compatibilidad con CSS 3. En este aspecto, el navegador obtiene un sobresaliente: no sólo está preparado para CSS3, sino que soporta todos los selectores avanzados (43/43), por encima de Firefox 3 (36/43) y muy lejos de Explorer 7 (13/43).
Un navegador para encontrarlos, para atraerlos a todos y... yo no digo nada, pero la sombra de Google cada vez es más alargada.
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