Cuando la venta de seguidores se vuelve rentable

Los seguidores falsos y los perfiles falsos en las redes sociales siempre han existido, pero con el paso del tiempo este tipo de prácticas desgraciadamente se están volviendo más populares y también más sofisticadas. Un negocio como éste de acuerdo con el medio especializado Bits, propiedad del New York Times,

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Los seguidores falsos y los perfiles falsos en las redes sociales siempre han existido, pero con el paso del tiempo este tipo de prácticas desgraciadamente se están volviendo más populares y también más sofisticadas.

Un negocio como éste de acuerdo con el medio especializado Bits, propiedad del New York Times, puede generar unos ingresos anuales de hasta 360 millones de dólares. Y es que ya son muchas las páginas web que garantizan la venta se seguidores al peso. El hecho de que las cuentas no estén activas y por tanto no exista ninguna interacción no parece preocupar a las empresas, que buscan principalmente engrosar su lista de seguidores.

El precio de los seguidores depende de la red social
Comprar seguidores en una red social como Twitter resulta tan sencillo como buscar comprar seguidores de Twitter en Google. Desde ahí se tiene la posibilidad de acceder a un elevado número de páginas que te ayudan a inflar la cuenta que desees pagando esos seguidores con PayPal o tarjeta de crédito.

En el caso de Twitter el precio ronda los 20 dólares por cada 1.000 seguidores mientras que en Facebook por ejemplo son algo más caros, pagándose 20 dólares por cada 250 fans. Youtube también dispone de este tipo de páginas, que cobran 20 dólares por cada 5.000 reproducciones. Instagram, de Facebook, tampoco se libra y en ella con 25 dólares se pueden obtener 100 seguidores.

Métodos para identificar estos perfiles
Se calcula que en Facebook, red social con mas de 1.000 millones de usuarios en todo el mundo, 80 millones son perfiles falsos. A pesar de que no se trata de un porcentaje abrumador, saber cómo identificar estos perfiles es útil para evitar entre otras cosas ser estafado.

Lo principal que recomiendan páginas como www.tuexperto.com es buscar la fotografía de perfil de la persona de la que se sospeche en Google puesto que la mayoría de las veces pertenecen a bancos de imágenes.

Un reciente estudio realizado por la empresa Barracuda Labs nos ofrece nuevos datos, entre ellos el hecho de que un 43% de los perfiles falsos de Facebook nunca han actualizado su status en la red social mientras que en el caso de perfiles de personas reales el porcentaje cae y se sitúa en el 15%.

Es importante recordar ante este tipo de situaciones que motores de búsqueda como Google pueden resultar muy útiles puesto que podremos encontrar información sobre esa persona, un correo electrónico, su nombre completo o incluso el lugar en el que trabaja.

Es curioso además cómo este tipo de perfiles por lo general suelen tener de imagen principal una fotografía llamativa de una persona atractiva para que los usuarios les acepten con más facilidad. En el caso de Facebook no tener amigos en común también es un factor determinante puesto que se trata de una red social en la que los usuarios se agregan porque se conocen.

Cómo combatir una identidad falsa
En este tipo de casos demandar a la persona que esté detrás de esos perfiles no tiene ningún sentido puesto que tardará más en actuar la justicia, si es que hay algo que pueda hacer, de lo que puede durar ese perfil abierto.

Ante este tipo de situaciones cada red social tiene sus propios mecanismos. En el caso de Twitter, dentro de su centro de ayuda ofrece dos enlaces mientras que Facebook tiene un proceso sencillo por el que denunciar estas prácticas.

Ejemplos de usos de identidades falsas
Dentro de este tipo de prácticas siempre destacan algunos casos más que otros. Uno bastante reciente es el de un entrenador de fútbol argentino de 39 años que, a través de varios perfiles falsos en Facebook, extorsionaba a niñas de entre 10 y 15 años para que le mandaran fotografías desnudas o en ropa interior.

También resulta chocante el caso de Perú, que fue dado a conocer ayer mismo. Por lo visto allí algunos usuarios utilizaban cuentas falsas de Facebook para el tráfico de órganos mediante dos grupos en que se dedicaban a conectar a traficantes con personas con graves problemas económicos que accedían a donar.